domingo, febrero 13, 2011

Puro teatro


- Déjame ser Shakespeare hoy. Déjame encarnar su pluma. Déjame sentir sus personajes. Dame esa poderosa imaginación capaz de plasmar hasta el más doloroso de los dramas, hasta las más acertadas preguntas y afirmaciones sobre nuestra propia existencia. Déjame vivir mirando de frente a una calavera y en un momento de cuestionamiento hacia uno mismo, preguntarme con el corazón corrompido por la duda si ser o no ser es la cuestión, con la sensación de que el montón de huesos inerte entiende lo que digo. Déjame sentir que los sentimientos me han traicionado y que me resigno a mi irremediable soledad a la luz de una luna, que todo lo ve y ampara, acompañado y observado por los oscuros ojos de una blanca calavera. Tan triste, tan solo, tan mio, tan singular y perfecto para un final digno de mención en soledad. Quizás todos algún día podemos imaginar ser Pablo Neruda e imaginar, de capa caída, que somos capaces de ''Escribir los versos más tristes esta noche''. Un Prometeo encadenado, una Antígona. Un Romeo sin Julieta, un Tristán sin Isolda. Tan solo la parte incompleta del cuento, un 50% garantizado por la aflicción. Tener la sensación de vivir detrás de un telón rojo de terciopelo, interpretando tragédias ante la sorprendida y expectante cara del público, con una bonita máscara blanca triste, metiéndonos en cada frase, en cada ambiente, por distinto que pueda ser. Vivir encerrado en un drama? Suena demasiado dramático. Quizás deberíamos invocar otro tipo de poder en nuestros momentos de bajón, poderes que quizás en ese momento no imaginamos, pero que serían el doble de conciliadores... Hoy, te pido que me des el poder para poder cerrar el libro sin que acabe siendo un Orfeo que mire atrás en su salida del infierno.

( Irritada) - Shhhh...! Calla hombre! Quién es el actor, tú o ellos?

( Saliendo de trance) - Eh...?

( Divertida) - Pero tú en qué mundo estás?

( Desconcertado) - Ehhh...

La risa escapaba de los labios rojos de la jóven chica. El pelo de color negro como la noche y de ojos almendra... Y las mejillas... Aquellas mejillas rosadas como un melocotón de agua maduro ardían. La contemplaba, atónito, siguiendo sumergido en el sueño. No era consciente de si soñaba o no. Alargó el brazo poco a poco, hasta depositar su mano en la mejilla. La acarició con los ojos cerrados, como quien quiere disfrutar de pasar la mano desnuda por un campo de trigo. Cada centímetro de su cara... Fue desplazando la mano, hasta dejar caer poco a poco un dedo por los labios, muy poco a poco. Los dos se miraron, sumidos en un arrebato de pasión surgido de la nada... De aquellas pequeñas cosas que tanto gustan. Mirándose intensamente, clavándose los ojos el uno al otro, dejando pasar los segundos, y éstos parecían horas... Un éxtasis profundo, tan pasional como cualquier otro. Un señor que se desplazaba elegantemente por el plató delante del telón y habló con su voz grave por el micrófono rompió la atmósfera:

- Señoras y señores, tengo el gusto de anunciarles que la obra que tanto estaban ustedes esperando se iniciará ya mismo. Por favor, disfruten de la velada.


Las risas, las conversas en voz baja, las miradas curiosas a las alcobas y a las tribunas... Todos y todo a una miraron expectantes al escenario. Poco a poco, los focos de luz ténue se apagaron y el telón de terciopelo rojo fué descorriéndose poco a poco ante las caras expectantes del público...

sábado, febrero 05, 2011

Post data: Post mortem


Ticking away the moments that make up a dull day
Fritter and waste the hours in an off-hand way
Kicking around in a piece of ground in your home town
Waiting for someone or something to show you the way
Tired of lying in the sunshine, staying at home to watch the rain
You are long and life is young, and there is time to kill today
And then the one day you find ten years have got behind you
No one told you when to run, you missed the starting gun
And you run, and you run to catch up with the sun, but it's sinking
Racing around to come up behind you again
The sun is the same in a relative way, but you're older
Shorter of breath, and one day closer to death
Every year is getting shorter, never seem to find the time
Plans that either come to naught, or half a page of scribbled lines
Hanging on in quiet desperation is the english way
The time is gone, the song is over... Thought I had something more to say
Home, home again... I like to be here when I can
When I come home, cold an tired, it's good to warm my bones beside the fire
Far away, across the field, tolling on the iron bell
Calls the faithful to their knees to hear the softly spoken magic spell




Bonita noche para escribir...
Un momento profundo de reflexión para tomar las riendas del tiempo y permitirme la osadía de dirigirme a un futuro ( esperemos que se trate de uno lejano) y dirigirme a mí mismo. Si estás leyendo esto, es que estás muerto. Qué irónico suena dedicar un escrito a uno mismo para cuando muera, aún estando vivo... Lo cierto es que estas líneas me permiten tomarme por la mano la osadía de burlar a la muerte, al tiempo, al espacio... Pero por desgracia, y muy a mi pesar, se me escapa algo muy importante: No puedo burlar a mi yo. Triste sombra que me persigue... Por que, a fin de cuentas, esto va dirigido a mí mismo. Es el momento de plantearte ciertas cosas, ahora que estás muerto: Me gustaría preguntarte ciertas dudas que tengo y que supongo que como muerto y como una persona que una vez estuvo viva... Te preguntarás cómo querrás que te recuerden, no? Yo... Yo me confieso a ti, y yo me confieso a mí mismo que la realidad me traiciona: Andar siempre reflexivo, agonizando por encajar en algún lado es algo doloroso, por un motivo u otro, en busca de cambios para sentirme más aceptado conmigo mismo y para sentirme más aceptado conmigo mismo dentro de un colectivo... Ves cómo todo se desplaza a tu alrededor a toda velocidad, como si los años pasaran a centenares pero en tu realidad todo se moviera muy lento, como si fuera un eterno Dorian Gray encerrado en su retrato, por siempre jóven y condenado... Reflexión, reflexión, reflexión... Y es que parece que cuanto más cerca estás de la luz, mayor es tu sombra. No sé cómo habrás muerto, pero sé que habrás muerto en medio de la ensordecedora lluvia que ha inundado tu vida a lo largo de los años pasados, siempre buscando sentirte feliz a costa de encajar, de buscar cosas estúpidas que te dieran un sitio en la sociedad que te rodeaba. Crees que te recordarán como aquel que caminaba bajo la lluvia, cabizbajo, solitario y reflexivo? Crees que habrás hallado la relativa paz a la guerra tras años de lucha, para encontrar un descanso efímero antes de tu despedida? Como un estúpido? Como un bicho raro que nunca se supo del cierto lo que pensaba, lo que sentía, y que despertaba el mínimo interés en los demás para que se dieran cuenta de que una luz en ti estaba muriendo, y que sólo pedías auxilio a gritos, esperando una mano amiga que te ayudara a levantar en tu desesperado silencio? Crees que siquiera te recordarán? Crees que me recordarán? Crees que me verán como algo de lo que he descrito? Es esta una confesión desesperada en busca de la compasión de un muerto que ya ha recorrido todo el camino que al escritor de estas líneas le queda? Moriré muerto de frio, con la ropa pesada, empapada, bajo el aguacero oscuro al que me veo sometido? Maldito sea mi triste propósito. Maldita sea la felicidad, y aquellos que la tienen. Malditos todos aquellos que la obtienen con facilidad y que son capaces de disfrutarla sin mirar atrás. Mirar atrás es lo que plantea tantas dudas existenciales? La comparación del pasado con la falsedad de lo que significa presente, sabiendo que por cada unidad de segundo que gastas diciendo la palabra, el presente ya se ha esfumado, dando lugar a otro presente igual de impronunciable? Hoy, bajo la calma de mi confesionário, bajo el observador para el que no tengo secretos, me tomo la calma para procurar inmortalizar cada pensamiento, para captar cada presente existente en cada momento del pasado en el que me escribí éstas líneas para mí. Se trata de un desafio de alguien con muchas cosas que decir, pero que nunca fueron más allá de eso. Se trata de una persona que, como muchísimas otras, tiene muchísimas preguntas que hacerse a su futuro yo, para hacerle al mundo, y que, como muchas otras, se ve arañado por la impasiva y cruel presencia de un aplastante sentimiento de soledad, que viene y va, y a la que disfrutas de algo y miras atrás, es cuando parece aparecer. Se trata de unas líneas indignadas. Se trata de una mezcla de resignación y inconformismo enfermizo, de una inspiración corrupta, potenciada por una fuerza que se basa en algo que muy a menudo se basa en algo que escapa a toda comprensión: Los sentimientos. Hoy no me ahogo en un vaso de agua. Hoy grito. Hoy te escupo a la cara lo que tan a menudo te repetiste en vida, y me da igual que estés muerto, apuesto a que tu tormento te persigue más allá de tu muerte. No hay moneda de dos caras que te salve esta vez. No hay ningún sentimiento de aceptación que te haga sentir bien. Lo que no le digo al mundo, no gritarles que estoy vivo, que existo, que tengo sentimientos, y que yo también valgo algo, te lo digo a ti. Te brindo la copa más envenenada del vino que una vez fué tu presente, te escribo estas líneas, que traspasarán los límites del tiempo para perseguirte y recordarte lo imbécil que pudiste ser fallándote a ti mismo, creyéndote que el altruismo de ofrecerles una máscara falsa de ti mismo te haría sentir mejor en tu día a día. Hoy, bebo ése mismo vino a tu salud, y a mi muerte. Ah, empezar a buscar en uno mismo... Qué reflexivo se empieza, que macabro, asqueroso y retorcido acaba siendo al remover los rincones más oscuros de uno mismo...
A tu salud.


Firmado,
Lo que durante cada segundo dedicado a cada palabra fué una vez tu presente.








P.D: En ningún momento dije el nombre del autor... Pero supongo que muchos podríamos escribir una carta así en un momento de debilidad, verdad?













Yours sincerely,
Á