miércoles, noviembre 17, 2010

El dilema moral del conocimiento. ( duda metódica)


El progreso es algo innegable hoy en día: Mentes brillantes en todos lados del mundo dedicadas a distintos campos ( ya sean estudios o actividades laborales) hacen posible que dicho progreso, basado en el conocimiento, sea un hecho prácticamente palpable, pese a ser algo inmaterial. Se trata sin duda de personas que han propuesto algo distinto y radical que ha llamado la atención de unos para bien, y de otros para mal, siendo a menudo la parte mala la predominante, a causa de la dificultad de aceptar cosas que van más allá de su patrón de ideales. Raramente un proyecto radicalmente innovador es bien recibido por todos. Pero el hecho es que el mundo sigue girando, y no es tan fácil echar freno a creencias tan sólidas de individuos tan resueltos y realizados con su trabajo, que no se detienen, sin importar las críticas o adversidades que se les echen encima. Pero, volviendo a lo que el título sugiere y abandonando tan breve introducción, me propongo proponer una propuesta ( viva la redundáncia) contradictória con lo expuesto hasta ahora. Pretendo dudar del conocimiento y del progreso. Me gustaría dejar claro que tan sólo se trata de una duda sin propósito alguno salvo poner en entredicho la realidad tan palpable pero a la vez tan fictícia que lo que llamamos ''conocimiento'' nos ofrece. Así pues, formulando una hipótesis basada en la toleráncia a las críticas que no vean más allá de que es simplemente lo que nuestro amigo Descartes llamaría una ''duda metódica'', con el consiguiente de admitir que no es una duda real, puesto que el conocimiento no es cuestionable para mi en la realidad, pero sí COMO CONCEPTO, yo dudo del progreso ( siendo siempre alguien hipotetizando, sin la pretensión de ofrecer ninguna clase de verdad universal). Dicho esto... Qué es el cambio? Qué es el progreso? Qué es el conocimiento, que engloba los conceptos previamente mencionados? Es realmente algo de lo que se pueda dudar? Qué aporta dicha duda?... Es necesário enfocar el cambio suponiendo de antemano la dualidad entre la seguridad de uno o un colectivo con la obtención de respuestas y la comodidad frente al conocimiento para entender esta teoria. Mirando atrás en el tiempo, muy atrás, nos topamos con el comienzo de la humanidad y unos homínidos asustados por el mundo hostil en el que se encontraban. Estos, buscaban la explicación de los sucesos que acontecían a su alrededor, tan peculiares para ellos, a través de los mitos. Y así fué durante mucho tiempo hasta la aparición de los físicos, que trajeron luz al mundo dudando de la existéncia de los dioses y otros entes divinos, supuestamente causantes de las diversas desgrácias, victórias, y otros muchos factores, según su antojo y humor. La explicación de las cosas según la naturaleza y no caprichos sobrenaturales, fué un paso importante que dió camino al famoso avance de ''el mito al logos'', que a su vez dió lugar a las primeras escuelas de filósofos, los cuales se dedicaban a dudar ante un mundo que los miraba con el ceño fruncido, con tal de obtener verdad. Los mecanismos de la ciencia empezaron a moverse, y surgieron distintos movimientos y corrientes de pensamiento filosófico que plantearon novedosas y asfixiantes dudas que hicieron temblar los cimientos de un mundo construido por dioses, según las creencias populares. El mundo progresó de manera notable hasta entrar en la edad media, o edad oscura, en la que cual la ciencia entró en recesión. Esta se propagaba bajo el estandarte de una entidad absoluta ( quizás no fuera tan absoluta si nos paramos a pensar que los que ejercían la justícia eran comandados por una persona de carne y hueso sentada en un trono, en el corazón de Itália) que no daba cuartelillo a la investigación, tildando de hereje a todo aquél que predicara premisas más allá de lo que la iglésia estuviera dispuesta a aceptar. Con el descubrimiento del nuevo mundo y la demostración de diversos hechos, así como que la Tierra era redonda, tomaron sentido las teorias de científicos a los que no se permitió propagar el verdadero conocimiento debido a el contexto absolutista ejercido por la misma iglésia que predicaba la bondad y el bien por encima de todo. Hombres como Galileo o Copérnico sufrieron la persecución de las masas por defender el heliocentrismo. Se abrió una nueva edad, en la que se presentó mayor variedad y se consolidaron los movimientos protestantes, dando lugar a una filosofia y ciencia más amplia. La figura de dios, representada por las clases nobles a las que no les interesaba el progreso ( siempre mirando por su própio bienestar), se vino abajo con las distintas revoluciones que dieron veda a la edad contemporánea ( Revolución francesa, revolución industrial, movimientos protestantes, y algunos movimientos intelectuales), en la que ciencia y filosofia encontraron su lugar, por fin. El progreso fué notable, y el mundo nunca fué tan verdadero y más afable, sin estar bajo un dios todopoderoso que observaba la humanidad, sinó bajo la custódia de la misma ciencia. Distintas figuras intelectuales han surgido a lo largo de los años hasta hoy en día, figuras que ya se habían propuesto, cada uno a su manera, la idea de cambio, conocimiento, y progreso... Platón, Aristóteles, Guillermo de Occam, Descartes, Freud, Einstein, Marie Curie, Nietzsche, Marx, Hume, Kant... Entre muchos otros. Y hoy en día, me encuentro en un mundo que sin el cambio causado por el progreso y el conocmiento, no sería posible ( siempre deduciendo de que el mundo realmente exista y que no me encuentre en un profundo letargo en el que mi sueño es el mundo). Y cuál es mi duda, si mi aceptación por tales enunciados es notable? Lo que yo me planteo como un ser imperfecto y pensante más de entre los muchos millones es: ¿Qué impulsa el cambio? ''Cambio'' no tiene porque ser sinónimo de ''comodidad'', pese a que a menudo se diga que se investiga por una mayor comodidad ( y todos esos famoso trucos del marketing)... Está claro que el impulsor no es otro que el conocimiento... O siendo más concretos, el ansia de conocimiento, el ansia de tener respuestas para tapar agujeros que nos intrigan. Pero, porqué taparlos? Para qué tanta complicación y tantas muertes? Para sentirnos más seguros, pese a ser nuestro destino natural morir de todos modos? Para qué alargar la esperanza de vida, deseando tanta gente morir? Para qué buscar tantas curas a enfermedades, si siempre surgen nuevas hasta que se encuentra de nuevo en la cura? Para qué dinero para financiar algo tan noble como el conocimiento, fomentando de modo exponencial la corrupción? Para qué tanta prisa en hacer madurar al mundo, si según el refrán la felicidad reside en la ignoráncia? Qué lleva a una persona a plantearse tantos problemas y desarrollar soluciones para cada uno de ellos en un ciclo que no tiene fin? Un problema resuelto implica la inmediata consecuéncia de una nueva manca de algo... ''Cuanto más se da cuenta el sabio de lo que sabe, más ve lo poco que en verdad sabe''... Porqué dedicar la vida a una causa que morirá con la misma muerte natural de el planeta ( que irónicamente ha sido estudiada por nosotros también) , cómo si de uno de nosotros se tratara? Porqué tanta solución a tanto problema, cuando nos hemos dado cuenta de que vamos a contrareloj gracias precisamente a esos estudios...? Quizás queremos escapar a tan fatuo destino? Para qué prolongar la existencia, si por experiencia sabemos que todo tiene principio y fin por ley? Qué hay de eso de que ''las segundas partes no son buenas''... y pese a ello prolongamos el final...? Se trata de que estamos viendo una serie a temporadas? Y el Carpe Diem? Dónde está?... Por otro lado, sería correcto resignarnos? Sería correcto rendirse? Como humano, creo en la ciencia, en el conocimiento, y en el progreso... Pero a la hora de contraponer los valores de ventajas y desventajas, dichas creencias pierden algo de credibilidad, sabiendo que no existe la solución absoluta a nada. Más triste me parece que algo que supuestamente nos ha de ayudar tenga su precio en dinero... Soy consciente de que mi duda no tiene respuesta, simplemente actuamos por impulso en busca de las respuestas acertadas para saldar los problemas salen a buscarnos en el camino y sentirnos tranquilos ante dichas hostilidades... Así pues, simplemente estoy planteando mi duda no como un problema con solución, sinó como un dilema moral... La otra cara de la moneda que tan preciada nos parece... Dicho esto, creo que prefiero ser una hormiga resignada en una sociedad levantada sobre el conocimiento, siempre cambiante, y mantieniéndonos siempre pendientes de lo siguiente que descubrir... Una causa herida de muerte desde el mismísimo comienzo del mundo.



Álvaro Sánchez, ''Filósofo'' NO titulado.